LA ÉTICA DE LA EVALUACIÓN. ENTREVISTA A MIGUEL ÁNGEL SANTOS GUERRA

Catedrático emérito de la Universidad de Málaga, ha pasado por todos los niveles educativos desde primaria o secundaria hasta universidad a la vez que desempeñado cargos como director de Colegio o del Departamento de Didáctica y Organización escolar y puestos como miembro del Consejo escolar andaluz o en la Dirección General de Prevención de Drogadicción. Más que los premios que ha recibido, de su alcance y maestría hablan sus 77 libros además de numerosos artículos y su presencia continua en conferencias y cursos repartida por la península ibérica y la inmensa mayoría de los países iberoamericanos. Esta solvencia y la de ser padre que no es poco importante, le aseguran un conocimiento profundo sobre multitud de temas educativos entre los que destaca la evaluación. Por otro lado, su obra nace no sólo de ese conocimiento técnico sino de la misma manera de una posición ética decidida por la igualdad y la crítica del poder en educación.

Seguir su andadura es fácil si leemos El Adarve, el blog en el que escribe semanalmente en el diario La Opinión de Málaga.

Cuando habla de evaluación educativa (se centra en este caso en el adjetivo) no lo hace sólo porque se centra en cuestiones relacionadas con la educación sino porque él cree que la misma evaluación ha de educar a quien la hace y a quien la recibe. Esa es una cuestión central para él: que sea una evaluación que ayude a dialogar, a comprender y a mejorar.